LA IMPORTANCIA DE LA VITAMINA D

La vitamina D ha pasado de ser sólo una vitamina, a ser una importante prohormona con múltiples efectos. Su acción no sólo está relacionada con el metabolismo mineral óseo y el equilibrio fosfocálcico, sino también con efectos importantes en múltiples tipos celulares y en diversos mecanismos (ciclo celular, endocrino, sistema inmune, microbiota intestinal…)

Por lo tanto, la deficiencia de vitamina D se relaciona no sólo con raquitismo y osteomalacia, sino también con mayor riesgo de diabetes y de enfermedades cardiovasculares, oncológicas, infecciosas y autoinmunes. (Zaluaga, 2011)

En España, casi 90% de la población tiene niveles séricos de vitamina D inferiores al valor mínimo recomendable (75 mmol/l). (González-Moreno, 2011)

Sólo del 10% al 20% de la vitamina D es absorbida por el organismo a través de la alimentación.

La vitamina D3 (colecalciferol) – la forma más activa – es sintetizada en la piel a partir de la conversión del 7-dehydrocholesterol luego de la exposición a la radiación ultravioleta-B (UVB) de la luz solar.

La falta de exposición al sol, el envejecimiento de la piel, la toma de algunos fármacos contribuyen a la reducción de la síntesis de la vitamina D o de sus metabolitos activos.

Sin una complementación adicional es imposible en España mantener niveles óptimos de vitamina D en otoño e invierno.